Sin duda los niños y sus perros pueden disfrutar de una relación maravillosa que los beneficie a ambos y a toda la familia. Sin embargo, existen situaciones y casos en los que las cosas se pueden poner un poco complicadas, ya sea por las costumbres de uno de ellos o por la tensión de algunos momentos; es por esto que ser precavido es necesario.

Conocer las técnicas de entrenamiento, adiestramiento, cuidados básicos y primeros auxilios para perros, no es suficiente para garantizar que se adapten y sean felices en tu hogar, también es necesario entender cómo se establecen las relaciones entre tu mascota y tus hijos.

Para ello, se necesita algo de tiempo, entrenamiento y paciencia para construir un hogar armonioso. Hoy te contamos cuatro consejos para ayudar a mantener a tus perros y tus niños seguros y felices juntos.

1. Supervisa a los niños

Especialmente los niños más pequeños deben ser supervisados cuando estén cerca del perro de la familia. Un juego rudo o una caída accidental pueden resultar en gruñidos defensivos, chasquidos o incluso mordidas. De la misma manera, tu mascota también debe ser supervisada para evitar lesiones no intencionadas a tus hijos.

Debes tener en cuenta  que tanto su tipo de raza como su nivel de actividad pueden afectar la forma en que interactúan con los niños; seguramente has escuchado que existen perros ideales para niños, sin embargo, la crianza y la educación influyen en cómo el canino se comporta con las personas que lo rodean.

2.  Enseña buenos modales

Primero, asegúrate de que tu hijo se mantenga a salvo con el perro de la familia enseñándole límites. Por ejemplo, muéstrale el lenguaje corporal adecuado, cómo acercarse a un perro por la espalda o al costado y que es extremadamente importante no montarse sobre él. Anima a tu hijo a jugar tranquilamente con él, a que evite el contacto directo con los ojos o levantarlo. Además, explícale que su amigo peludo necesita estar solo a veces y que se debe respetar su espacio personal.

Por otra parte, tu perro debe ser educado en técnicas básicas de obediencia, como sentarse, tumbarse, venir, quedarse quieto, recoger y dejarlo caer o soltar. Los perros bien entrenados desde pequeños son más fáciles de manejar alrededor de niños pequeños.

3. Recompensa el buen comportamiento

La mejor motivación para el comportamiento adecuado de un perrito usualmente reemplaza al refuerzo positivo, es decir, en forma de golosina. Para fomentar interacciones positivas, dale a tu mascota un delicioso bocado cada vez que juegue suavemente con o alrededor de tu hijo. Un perro que es recompensado por modales tranquilos es más probable que continúe comportándose de esta manera.

¡Lo mismo vale para los niños! Reforzarlos por mostrar consideración y demostrar el juego correcto con el perro ayudará a fortalecer su vínculo.

4. Respeta a tu perro

¡Por encima de todo, respeta a tu perro! Por más difícil de imaginar, no todos los perros aprecian la compañía de los niños. No fuerces este tipo de interacciones en tu compañero canino, esto podría llevar a una serie de consecuencias negativas, incluyendo mordeduras.

Si tu perro reacciona negativamente cuando está cerca de tu hijo, puedes comunicarte con un entrenador para que te ayude, ya que él está mejor preparado para enfrentar el problema. Una acción que puedes tomar tú mismo es proporcionarle al perro un lugar seguro para alejarse cuando las cosas se ponen frenéticas. Igual, antes de adoptar una nueva mascota averigua por las mejores opciones de perros para niños.

Al seguir solo algunos consejos de seguridad esenciales, tu perro y tu niño pueden disfrutar de una relación respetuosa y, en última instancia, gratificante; nunca pienses en que lo mejor para la tranquilidad de tu casa es deshacerte del perro.  Asegúrate de ofrecerles a ambos la mejor calidad de vida.