El estrés es una palabra de uso común en el comportamiento humano y describe los sentimientos de tensión o presión. Las causas de este estado anímico son sumamente variadas: quizás estás estresado por tu trabajo, te pones nervioso cuando te encuentras con nuevas personas o te sientes ansioso cuando se interrumpe tu rutina diaria.

Para reducir los niveles de estrés, puedes buscar la comodidad de varias maneras: tal vez encuentres consuelo en la compañía de un amigo de confianza, te calmes cuando estás ocupado por tareas rutinarias como limpiar la casa, o tal vez te quites la ansiedad con el ejercicio físico.

De igual forma que tú lo experimentas, nuestros peludos amigos también pueden estresarse. Ya que puedes entender cómo te hace sentir el estrés, seguramente quieres ayudar a aliviar el de tu mascota. Sin embargo, los perros no expresan sus sentimientos, cuelgan el teléfono o hacen una rabieta, así que ¿cómo podemos saber que están estresados? Los signos de ansiedad canina son a menudo sutiles, de hecho, algunos comportamientos relacionados con el estrés imitan las conductas caninas normales, por lo que hoy te contamos algunas pistas que pueden indicar que el nivel de estrés de tu perro está elevado.

Los diez principales indicadores de estrés en los perros

• Estimulación o agitación

¿Has visto a tu perro sacudirse después de un baño o de revolcarse en la hierba? Todo ese movimiento corporal puede ser divertido y es bastante normal, a menos que sea el resultado de una situación estresante. Por ejemplo, los perros suelen estresarse cuando visitan al veterinario: suelen sacudirse cuando descienden de la mesa de examen y aterrizan en el suelo. Los perros, como las personas, se pasean cuando están agitados y alterados, es por eso que caminan repetidamente por la sala de examen mientras esperan al médico.

• Quejidos o ladridos

La vocalización es la autoexpresión canina normal, pero puede intensificarse bajo coacción. Los perros que tienen miedo o están tensos pueden gemir o ladrar para llamar tu atención o para tranquilizarse.

• Bostezando, babeando y lamiendo

Los caninos bostezan cuando están cansados o aburridos, pero ¿sabías que también bostezan cuando están estresados? Un bostezo estresante es más prolongado e intenso que uno soñoliento. Además, tu peludo también puede babear y lamer excesivamente cuando está nervioso.

• Cambios en ojos y oídos

Tu mascota, como las personas estresadas, puede tener dilatadas las pupilas y parpadear rápidamente a causa de una situación estresante. Es posible que abran los ojos ampliamente y muestren más esclerótica (la parte blanca) de lo normal, lo que les da una apariencia de sobresalto.

• Cambios en la postura del cuerpo

Cuando los perros están asustados pueden meterse la cola dentro de la patas o volverse bastante rígidos.

• Cambios en las funciones corporales

Cuando tu perro está nervioso puede sentir una repentina necesidad de ir al baño. Cuando tu perro orina poco después de conocer a un nuevo amigo canino, puede estar marcando el territorio y reaccionando a la tensión simultáneamente. El rechazo de los alimentos y la pérdida de la función intestinal también son indicadores de estrés.

• Ocultación o comportamiento de escape

Algunos perros tensos literalmente se mueven detrás de sus dueños para esconderse, incluso puede llegar a empujarte para que avances. Como medio de escape, tu can puede participar en actividades de desviación, como cavar o dar vueltas, o pueden esconderse detrás de un árbol o automóvil estacionado.

¿Cómo manejar el estrés?

Es importante saber que las causas de su estrés pueden ser muchas, entre ellas el aburrimiento, una experiencia nueva, un trauma antiguo, el ruido y la excitación en algún momento, personas nuevas, separación de las personas y lugares que conoce… ¡incluso tú! Sí, tu estado de ánimo —especialmente la agitación— afectará a tu perro. Varios estudios indican que él comprende tu estado de ánimo y  se le contagia debido al vínculo estrecho que ambos han desarrollado.

Para diferenciar los signos de estrés del comportamiento normal, debes estar familiarizado con la conducta habitual de tu perro. ¡Así puedes saber si se está lamiendo los labios porque está ansioso o porque quiere un capricho!

Si tu perro está estresado, primero retíralo de la situación, objeto, persona u animal que le causa esa sensación. Encuentra un lugar tranquilo para que se calme y evita consolarlo demasiado, esto solo confirmará que sus temores están justificados y puede hacerlo sentir menos confianza en el futuro.

Como en muchas situaciones, solo puedes desear que tu perro pueda hablarte y decirte qué está mal o cómo se siente; por suerte, él tiene un lenguaje corporal mediante el cual se comunica contigo. Siempre presta atención a los cambios y actúa para mejorar su bienestar.