Con la importante función que cumplen, no es de extrañar que las patas de tu mascota con frecuencia se lastimen. Hoy te traemos algunos consejos para mantener saludables las patas de tu perro.

Consentirlo con una pedicura

Las uñas de tu perro solo deben tocar el suelo cuando camina, si estas se quiebran o se rompen en el piso, es momento de hacerle una pedicura. Pídele a tu veterinario o a un peluquero consejos sobre qué tipos de cortadores de uñas son mejores para tu perro y cómo usarlos adecuadamente.

Limpiar en medio

Objetos extraños pueden alojarse en las almohadillas de tu perro, por eso revisa regularmente entre los dedos de los pies para ver si hay astillas, piedras, trozos pequeños de vidrios rotos u otros desechos. Estos elementos generalmente se pueden eliminar con un par de pinzas.

Humectar y humectar

Las almohadillas de los perros suelen agrietarse y secarse, para evitarlo debes hidratarlas; pídele a tu veterinario que te recomiende una buena crema humectante. Evita la crema para manos humanas, ya que esto puede suavizar las almohadillas y provocar lesiones.

Masajes profundos

Similar a dar un masaje de manos humanas, el masaje de la pata relajará a tu perro y facilitará una mejor circulación. Comienza frotando entre las almohadillas en la parte inferior de la pata, y luego entre cada dedo. ¡Tu perro siempre estará agradecido y notarás como le encanta que le des masajes!

Actividad física de a pocos

Si estás a punto de comenzar un nuevo programa de ejercicios con tu perro, debes comenzar lentamente. Las patas pueden volverse sensibles, rajadas o agrietadas, especialmente al realizar caminatas y carreras prolongadas.

Aplica primeros auxilios

No es raro que los perros sufran cortes u otras heridas al pisar accidentalmente cristales, escombros u otros objetos. Las heridas que miden menos de media pulgada de diámetro pueden limpiarse con un lavado antibacterial y cubrirse con un botín para perros; si los cortes son más profundos, consulta al veterinario para el tratamiento.

Llagas de verano

Imagínate caminando descalzo sobre el pavimento caliente, sería doloroso, ¿no? Al igual que los humanos, las patas de tu perro también sienten calor extremo. Para evitar quemaduras y ampollas por las altas temperaturas, evita pasear a tu perro sobre pavimento caliente o arena. Los signos de lesión incluyen ampollas, rasgaduras sueltas de piel y manchas rojas y ulceradas. Para quemaduras leves, aplica un lavado antibacterial y cubre la pata con un botín para perro. Si las quemaduras son graves, visita a tu veterinario inmediatamente.

El invierno también los afecta

El invierno es duro para todos, incluso para tu perro, y si está acostumbrado a las largas caminatas le afectará mucho más. El frío extremo puede causar agrietamiento y resecamiento, por eso, después de los paseos al aire libre, lava las patas de tu perro con agua tibia para eliminar la sal y los productos con los que haya tenido contacto. Es buena idea que apliques vaselina, una gran barrera, en las almohadillas de las patas antes de cada caminata, o asegúrate de que tu perro use botines.

Siguiendo estos consejos, podrás reducir el riesgo de lesiones en las patas de tu mascota. Siempre mantén tu hogar y jardín libres de elementos puntiagudos o que lo puedan lastimar, Y no olvides este sencillo consejo: si no quieres caminar descalzo, tampoco lo querrá, ni debería hacerlo tu perro.

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